¿Como aplicar en tu negocio el inbound marketing?
¿Cómo aplicar en tu negocio el inbound marketing? Respondiendo a la anterior pregunta…¿Alguna vez has caminado en la calle y te han interrumpido para entregarte un folleto? ¿Te has dispuesto a ver un video en YouTube solo para soportar un anuncio que no te puedes brincar? Bueno, esas acciones NO son Inbound Marketing porque son acciones de mercadeo que se basan en la interrupción del día a día del consumidor.
Guerra de marcas…y marketing.
La pelea entre las marcas se basa en ver quién llama más la atención con un mensaje lo suficientemente disruptivo para que la gente frene y escuche. El problema es que, según Seth Godin en su libro Permission Marketing, “el consumidor promedio ve más de un millón de mensajes diferentes por año”.
Entre ese maremoto de mensajes, también está tu marca, tratando de destacarse de los anuncios que tu potencial cliente recibe. Un poco complicado, ¿no?
Así es como funciona el marketing tradicional al que estamos acostumbrados, pero la filosofía del Inbound Marketing se basa en atraer versus interrumpir. Se trata de ofrecer valor (contenido) para que tu potencial cliente te encuentre cuando está buscando cómo solucionar una necesidad que tiene. Y ahí tres de las mayores diferencias con el marketing tradicional:
- Ofrecer valor versus sólo un mensaje publicitario. El foco nace de lo que tu cliente quiere o necesita y no de tu marca o producto.
- Que te encuentre versus salir a interrumpirlo en todos lados
- Cuando él detecta su necesidad versus intentar crear o recordarle su necesidad en cualquier momento.
Imaginemos una madre que está pensando que dentro de un mes es el cumpleaños de su hijo y quiere preparar el festejo. Va a Google y busca “Ideas para un cumpleaños de 6 años”. Le aparecen varios resultados, uno de los cuales es “10 ideas originales para festejar un cumpleaños de 6 años”. ¡Perfecto! Justo lo que está buscando.
Ingresa al link y es un blog donde le dan varias ideas que le encantan. Le ofrecen contenido de valor cuando lo necesita.
Encontró el salón a través del contenido que le ofrecieron. No la interrumpieron con un anuncio cuando no estaba lista para escucharlo, aparecieron donde ella estaba buscando con contenido relevante y útil.
Ella encontró la marca, la marca no salió a buscarla a ella.
Le envían el video y dos días después la vuelven a contactar para saber qué le pareció y si aún no está convencida invitarla a conocer en persona el lugar. Acepta la invitación, coordinan una cita y visita el lugar donde le muestran todas las instalaciones y le cuentan qué paquetes ofrecen. Elige uno que le gusta. Se concreta la venta después de haberla acompañado por todo el proceso desde que detectó su necesidad hasta que estuvo lista para comprar.
En cada parte del proceso la acompañaron con información y contenido útil: desde el artículo del Blog y el video con el tour virtual hasta el llamado telefónico y la visita presencial.
Así funciona el Inbound Marketing
El cliente detecta la necesidad que tiene. La marca responde con contenido valioso, relevante y útil. Y así se logra el primer contacto.
El objetivo de ese primer contacto no es la venta. No intentamos vender apenas conocemos a alguien, así como nadie propone casamiento en la primer cita.
Ese primer contacto dispara una serie de interacciones más con el objetivo de guiar a ese potencial cliente en su proceso de decisión hasta que está listo para comprar.
El Inbound Marketing es una filosofía de marketing enfocada en el otro: en escuchar y conocer a tu cliente ideal, ofreciéndole contenido relevante, acompañándolo en todo su ciclo de decisión hasta que esté listo para comprar.
Una filosofía de marketing con menos ego, más personalizada y que requiere de más tiempo y paciencia. Pero que a cambio es mucho más eficiente, de largo plazo y te permitirá crear relaciones más duraderas y potenciar tus ventas.
En un mundo donde cada vez tenemos más interrupciones, más opciones, más mensajes, más estímulos, más todo. El Inbound Marketing aparece como una alternativa para construir relaciones auténticas con tus clientes.
Dejar de gritar para que vean tu marca compitiendo con otros miles de gritos por día, sino que hablar más bajito pero al oído a los que realmente quieren escuchar.
Aprovechando el mundo digital para volver a un estilo de marketing más personalizado. Acompañando a tu potencial cliente desde donde está en lugar de tratar de llevarlo a los empujones donde quieres que vaya.
Tratando a tus clientes como a cualquier otra relación importante: interesándose genuinamente y apostando al largo plazo.
Porque al final se necesitan dos para una relación y sin clientes no hay negocio.
¿Estás listo para aplicar esta filosofía de marketing a tu negocio? ¡Contáctanos!
No quiere decir que tengas que tener todo listo ahora, pero como con cualquier cambio, lo primero es que decidas si este es el tipo de marketing y relaciones que quieres construir con tus clientes y para tu negocio.
¡Ese es el primer paso y a partir de ahí irás armando el resto!