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Todos tenemos errores, pero cuando encabezas un equipo es importante aprender a cómo evitar algunos de los errores más comunes que podrían hacer que perdieras el respeto de tus colaboradores y hasta podría afectar tu productividad. A continuación, descubre cómo evitar cuatro errores de los más comunes.

  1. No dar retroalimentación a tus colaboradores

Convierte en un hábito tener retroalimentación. Recuerda que esto no siempre tiene que ser algo negativo, también puede ser positivo; es decir, no se trata de un regaño, sino de un intercambio de perspectivas y análisis sobre diversas situaciones. Hazle saber a los miembros de tu equipo cuando están haciendo algo bien, y corrígelos (o aconséjalos) cuando haya oportunidad de mejorar.

  1. No “estar ahí” para tu equipo

Como líder, es natural que tengas demasiadas cosas en mente. Es comprensible cómo puedes verte tan involucrado en todo, de tal manera que pareciera que no tienes tiempo para nada más. Pero independientemente de cuántas cosas tengas en tu agenda, reserva tiempo para tus colaboradores a fin de brindarles la orientación y el apoyo que necesitan para alcanzar sus metas. Ojo: mantener la puerta abierta asegura que la gente sepa que siempre estarás ahí para ellos.

  1. No definir metas

Sin objetivos claros, tu equipo se alejará cada vez más de la posibilidad de alcanzar una productividad óptima. Como resultado, los proyectos no se completarán a tiempo. Mientras que tú, como líder efectivo, no puedes confiar en que ellos solos fijen sus propias metas. Es necesario contar con una dirección clara, de lo contrario, el barco navegará sin timón y sin rumbo. Por lo que hay que establecer objetivos, de tal manera que todos sepan hacia dónde se dirigen. Reúnete con ellos regularmente para evaluar el progreso y asegurarte de que todo el mundo sepa en qué parte se encuentra en el proceso de alcanzar las metas.

  1. Fallar en delegar

¿Padeces del complejo de Superman? Si es así, no estás solo. Muchos líderes tratan de manejar todo (ellos solos) y fallan en delegar tareas a otros. Esto puede resultar en problemas tremendos conforme el trabajo comienza a llegar a un cuello de botella y los líderes están agotados. Aunque en principio puede ser difícil confiar en otros y delegar, es esencial que hagas el esfuerzo. En consecuencia, desarrollar tu equipo es uno de los pasos fundamentales que puedes dar para asegurar un éxito general, al mismo tiempo que mitigas algunas de tus propias presiones.